Si hay una planta con el poder de asombrarnos a todos en minutos, es la conocida con el nombre rosa de jericó† Después de aparentemente estar sin vida por un tiempo, comienza a ponerse verde tan pronto como caen unas gotas de lluvia. Y todo lo hace a la velocidad adecuada para que no podamos quitarle los ojos de encima.
Esta propiedad lo convierte en un regalo especial.
Bajo el nombre de Rosa de Jericó se comercializan dos plantas muy parecidas: la Selaginella lepidophyllaun helecho nativo de América, y el Anastática hierocuntica, nativo de los desiertos de Arabia. Esta última es la verdadera Rosa de Jericó, aunque ambas son cuidadas de la misma manera.
Estas plantas son especiales: inmediatamente se vuelven verdes al menor contacto con el agua. En realidad, por lo general no toma más de 30 minutos† Pero, ¿cómo te cuidas? ¿Tengo que plantarla en maceta y mantenerla como si fuera una planta ‘normal’ (es decir, como si tuviera raíces)? La verdad es que es mucho más fácil de lo que parece.
Esta planta, aunque tiene raíces, se mantienen mejor en el agua† Por lo que se deben colocar en un recipiente lleno y remplazar cada 2 o 3 días para que no salga moho. Así también evitará que el moho la ataque. Ahora, en el caso de que necesites moverlo, por ejemplo, siempre puedes sacarlo del recipiente y mantenerlo en un lugar fresco y seco durante el tiempo que creas conveniente antes de revivirlo. Ponlo en una habitación muy luminosa y verás lo bonito que te queda.
Sin duda, la Rosa de Jericó es una de esas plantas que, una vez descubierta, ya no puedes olvidarlos.
¿Te dieron algo?
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