Cuando nos vamos de vacaciones, a veces no nos queda más remedio que dejar el cuidado de nuestras queridas plantas en manos de un conocido, familiar o amigo. Y a nuestro regreso pueden pasar dos cosas: que no haya pasado nada, es decir, que se queden sanos y salvos; o, por el contrario, que pierdan hojas y tallos, que ya no tengan flores,… en fin, que se vean bastante mal.
Si eres uno de los afortunados, ya sabes con quién dejar las plantas la próxima vez. Pero si no ha tenido tanta suerte, este artículo está dedicado a sus plantas y, por supuesto, a usted.
Primera impresión
Bueno, llegas a casa y descubres que tus plantas están en muy mal estado. ¿Qué estás haciendo? Lo principal aquí es no perder la calma. Hay muchas personas que no saben cuidar las plantas, no porque no quieran, sino simplemente porque no tienen la experiencia necesaria. No pasa nada, son cosas que pasan.
Vayamos a lo principal, tratar de salvarla. Uñas en tijeras de podar esterilizadas (se pueden lavar con alcohol de farmacia. Si tenemos muchas plantas enfermas, lavamos las tijeras cada vez que trabajamos con ellas, evitando problemas) cortaremos todos los tallos y flores que estén podridas, marchitas o que no tengan clorofila† Si los tallos tienen algo de verde, aunque sea un poco, dejémoslo, porque si lo cortamos, la planta pierde energía, que puede aprovechar para recuperarse.
El proximo…
Una vez que hayamos limpiado, como se dice técnicamente, es decir, eliminar todo lo que está mal, esto es lo que haremos:
- Si la planta ha recibido demasiada agua, lo sacamos de la maceta y cubrimos el cepellón con servilletas y una vez que hayan absorbido casi toda el agua, lo volvemos a poner en la olla. La colocamos en un lugar con mucha luz, pero sin sol directo.
Es recomendable aplicar un poco de fungicida (menor a la dosis recomendada). Una planta que ha sido regada en exceso puede convertirse fácilmente en un «nido» de hongos. - Si por el contrario necesitas agua, llenamos un recipiente o un cubo con agua, e introducimos la olla† Lo retiramos en cuanto la superficie esté húmeda.
últimos consejos
Finalmente recuerda que una planta enferma no debe ser fertilizada† La primera es que se recupere, y no le daremos de comer hasta que la veamos crecer.
Regamos cada vez que el sustrato esté casi seco, dependiendo de las necesidades de la planta y del lugar donde se encuentre.
Más información: ¿Cómo cuidas las plantas de interior en vacaciones?
Imagen – El patio de los Arrayanes, Jardín en casa
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