¿Cómo trasplantar albahaca? Las claves para hacerlo

Si has tenido suerte y la albahaca que compraste este verano ha seguido creciendo, seguro que ahora estás buscando información sobre cómo trasplantar la albahaca a otra maceta más grande.

O tal vez compraste uno y las raíces están saliendo profusamente desde abajo. Sea como fuere, ¿y si te ayudamos a completar esta tarea para que tu planta siga creciendo y desarrollándose sanamente?

Cuándo trasplantar albahaca

Hojas de albahaca

Debes saber que el mejor momento para trasplantar la albahaca es en primavera, pero también debes hacerlo temprano en la mañana, antes de que comience a brillar el sol. También es útil que lo dejes a la sombra el primer día para que al día siguiente lo pongas en semisombra.

Pero, ¿qué sucede si compra albahaca en una época diferente del año y ve que necesita ser reemplazada con urgencia? En este caso, aunque no es recomendable, hay que hacerlo. Pero es recomendable no tocar la planta tanto como sea posible. Es decir, se debe sacar de la maceta pequeña y colocar en una más grande tal cual, sin quitar la tierra. De esta forma, el trasplante supone el mínimo estrés para la planta y consigues perseverar hasta acertar.

Si tienes plántulas que brotaron esta primavera, el trasplante se realiza unos 15 días después. Si ves que siguen creciendo y que alcanzan los 8-10 centímetros de altura, además de hojas pequeñas, la planta ya te está diciendo que es hora de reponerlas. Pero ojo con las raíces ya que es muy delicada en esta zona y si no se hace correctamente toda la planta puede sufrir.

¿Cuál es la mejor olla para la albahaca?

En general, la albahaca puede desarrollarse completamente en macetas de 8 a 12 pulgadas de alto. Esto quiere decir que puede ser tanto maceta como macetero siempre que tenga esa altura (que es ideal para la planta por la profundidad que le da).

Si son más pequeños, la planta no crecerá tanto o tendrá dificultades para desarrollarse y mantener su salud.

Los pasos que debes seguir para trasplantar albahaca

albahaca

La albahaca, como muchas otras plantas, es algo delicada a la hora de trasplantarla. Por ello, se recomienda hacerlo en el momento adecuado y lo menos posible, para no estresarse demasiado.

Además, para hacerlo lo más rápido posible, es útil tenerlo todo preparado. Pero, ¿qué se necesita? ¿Cuáles son los pasos? Los discutimos a continuación.

Preparar la tierra para el trasplante.

La albahaca es una planta que necesita un suelo que drene bien, pero que al mismo tiempo lo mantenga húmedo el mayor tiempo posible.

Por eso, te recomendamos que elijas una que sea muy rica en nutrientes y drene mucho para evitar encharcamientos y mantenerla hidratada y nutrida.

Un compost preparado o un suelo rico en materia orgánica serían los mejores ejemplos para esta planta. Siempre use una proporción de 2 partes de tierra por una parte de drenaje, como vermiculita (si la albahaca es pequeña) o perlita (si es más grande).

preparar el frasco

Asegúrate de que la maceta tenga orificios de drenaje. Son muy importantes para esta planta porque aunque le encanta el agua, si la riegas demasiado y no tiene por dónde soltar el exceso de agua, la ahogarás.

Trate de obtener el tamaño adecuado para la albahaca que tiene. Y es que si tienes una maceta de 8-10 centímetros, no puedes colocarla directamente en una de 30 o más, porque eso desestabiliza la planta (puede detener su crecimiento). Mejor ponerlo en un intermedio hasta que lo supere y luego cambiarlo de nuevo.

hacer el trasplante

Con la maceta, la tierra y por supuesto la albahaca, solo hay que esperar un día por la mañana para hacerlo.

Primero empieza llenando la maceta nueva con un poco de tierra para que después solo tengas que sacar la albahaca de la maceta, sacudir la tierra (algunos prefieren tierra húmeda para ayudar a separarla, otros con secador).

Es posible que tenga problemas para sacarlo. Esto puede deberse a que el suelo está muy compactado o a que tiene tantas raíces que no puede salir bien. En estos casos, puedes utilizar un tenedor para ayudar a retirarlo sin tocar mal las raíces de la planta (que, como te dijimos, son muy delicadas y si las rompes puedes dañar la planta por completo). Así que tómate todo el tiempo para quitarlo con mucho cuidado.

Finalmente, todo lo que tienes que hacer es colocarlo en la maceta nueva y cubrirlo con tierra. Ahora un poco de agua para remojar la nueva tierra y listo.

Se recomienda que no salga al sol ese día hasta que se haya adaptado a su nuevo hogar, al menos durante 24 horas; luego puedes empezar a ponerlo en semisombra hasta que vuelva a su lugar habitual.

olla de albahaca

Dale el cuidado que necesita

Finalmente, debes asegurarte de darle el cuidado que necesita tu albahaca. Te las dejamos aquí a modo de resumen para que puedas comprobar si lo estás haciendo correctamente:

  • Una iluminación de semisombra. Si la colocas bajo la luz directa del sol, las hojas pueden quemarse rápidamente, sobre todo si vives en una zona donde el sol es muy intenso.
  • Mantén la temperatura bajo control para que no baje de los 10 grados (porque se ralentiza). Lo mismo ocurre cuando supera los 35 grados centígrados (por eso parece que no crece en verano).
  • Riegue abundantemente. Eso sí, trata de encontrar la dosis adecuada porque si te pasas puedes tener problemas de raíz.
  • Seguimiento de enfermedades y plagas. En cuanto a estos últimos, los principales son sobre todo el riego, la iluminación y la temperatura. Las plagas que más afectan a la albahaca son los minadores (son moscas amarillas con manchas negras), las orugas verdes, la araña roja o amarilla, los pulgones y los trips.

Como ves, trasplantar albahaca es bastante fácil, sobre todo si sigues esas claves que evitan que se enferme y tenga posibilidades de seguir creciendo como hasta entonces. ¿Te atreves en tu jardín si tienes albahaca?

Gracias por leer bosquevirgen.com. ¡Hasta pronto!

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