Imagen – Wikimedia/Tauʻolunga
La planta marquesa, también conocida como alocasia u oreja de elefante, es muy hermosa. Tiene hojas enteras muy grandes, que brotan de un tallo muy largo (peciolo) y por lo tanto ocupan bastante espacio. Además, hay varias variedades y se han obtenido unos cuantos cultivares más, número que aumenta si incluimos otros tipos de alocasia y no nos quedamos solo con A. macrorrhizos, es decir, «la verdadera oreja de elefante».
Pero hay algo muy importante que saber sobre las especies de este género, y es de lo que vamos a hablar en este artículo. Es posible que te hayas preguntado si la planta marquesa es venenosa y, si aún no lo has hecho, no te preocupes. A ver si lo es o no, y cómo afrontarlo para que no surjan problemas.
¿Es venenoso?
Imagen – Fotos de Flickr/Jnzl
Todo tipo de Alocasia contienen ácido oxálico, especialmente en las hojas y tallos (peciolos). Esta sustancia es incolora y tóxica en contacto con ella. De hecho, puede causar enrojecimiento, picazón e incluso daños más graves, como úlceras o quemaduras.
Si lo ingieres, puedes tener cualquiera de estos síntomas: dolor abdominal, hinchazón de la garganta (que resulta en dificultad para respirar), vómitos, convulsiones, salivación excesiva, pérdida de la visión (si ha estado en contacto con los ojos), descenso drástico de la presión arterial y/o colapso.
Por eso la planta marquesa si es venenoso. ¿Significa esto que debería estar prohibido? Absoluto.
Lo que sí podemos hacer es tener en cuenta una serie de consejos a la hora de manipularlos y cuidarlos. Cabe recordar que existen muchas plantas que contienen sustancias tóxicas, tanto en la naturaleza como en jardines y hogares. Es mejor conocerlos, aprender a identificarlos y así decidir si adquirirlos o no.
Si tienes niños pequeños o mascotas, te recomendamos que guardes la planta marquesa en un lugar fuera de su alcance.
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¿Cómo lidiar con la planta marquesa?
La alocasia es una planta que en realidad no hay que tratarlo de forma especial a no ser que necesite poda o cuando se trasplanta. Es decir, si lo vamos a regar, no tenemos que tomar ninguna medida de protección. Aunque lo vayamos a pagar, sobre todo si usamos fertilizantes (lo que conocemos como fertilizantes químicos), nos pondremos guantes, pero no por la planta, sino por el producto que le vamos a aplicar, porque entrará en contacto con la piel y la tenemos sensible o con alguna herida, podemos sentir molestias.
Por todo esto, y en definitiva, en estos casos nos pondremos unos guantes de goma -como los de cocina-:
- Cuando necesitamos cortar una hoja que está seca.
- Si vamos a cambiar de maceta o planta en el jardín.
- Y si debemos realizar un tratamiento o una fecundación.
¿Dónde colocas la planta marquesa?
Sabemos que es venenoso, pero decidimos conseguir uno de todos modos. ¿Dónde debo colocarlo? Bueno, nuestro protagonista necesita mucha, mucha luz, tanto que Si lo tienes en el exterior, puede recibir unas horas de luz solar directa sin ningún problema. siempre y cuando fuera temprano en la mañana o tarde en la tarde.
Por lo tanto, ¿cuándo? Si elige cultivarlo en interiores, debe colocarse en una habitación con ventanas orientadas al este.Bueno, aquí viene el sol.
Ahora hay que tener en cuenta no solo la luminosidad del lugar donde se va a colocar, sino también la humedad y si hay o no corriente de aire. Y estamos hablando de una planta que vive en los bosques tropicales húmedos, entonces es importante verificar si la humedad está por encima del 50% en el lugar donde estará, porque si no lo hace, las hojas deben ser rociadas con agua todos los días.
Si lo tienes en casa, debes asegurarte de ponerlo en un área donde no haya ventilador o aire acondicionado. Al generar corrientes de aire, estos dispositivos provocan una disminución de la humedad, provocando que la parte superior de las hojas se seque y la planta se vea mal.
Otro detalle importante a tener en cuenta es el siguiente: tienes que alejarlo un poco de la pared. Si las hojas se frotan contra ellos, también se echarán a perder. Por eso, no se debe colocar en un paso estrecho, como pasillos, por ejemplo, porque aunque no esté «pegado a la pared», si lo pasamos mucho, al final también veremos que el las puntas se secan o incluso rompen las hojas.
Así que confiamos en que a partir de ahora puedas disfrutar aún más de tu planta marquesa, aunque sea venenosa.
Gracias por leer bosquevirgen.com. ¡Hasta pronto!